El transporte de mercancías peligrosas tradicionalmente se ha ligado al traslado de hidrocarburos, pero la realidad es que son muchas las mercancías consideradas peligrosas que forman parte de nuestro día a día.
En este contexto, los componentes de medicamentos, los abonos artificiales, los productos de limpieza, o los conservantes de algunos alimentos contienen elementos considerados peligrosos. Es por ello, que para su transporte se requieran de protocolos de garanticen su traslado con seguridad y sin riesgo alguno.
¿Qué se consideran mercancías peligrosas?
La dirección general de tráfico considera estas mercancías: aquellas materias y objetos cuyo transporte por carretera está prohibido o autorizado exclusivamente bajo las condiciones establecidas en el Acuerdo Europeo ADR o en otras disposiciones específicas y que obligan a disponer de un permiso específico para transportarlas.
La procedencia de estas materias puede tener su origen en productos químicos, sustancias mezcladas, artículos que pueden poner en riesgo a las personas o el medio ambiente o productos manufacturados. Es por ello por lo que para poder transportarlas se requiera de un etiquetado que alerte al resto de conductores con el objetivo de evitar cualquier tipo de accidente. Este etiquetado será diferente en función de la materia o el objeto que se considera mercancía peligrosa, ya que, también diferirá su manipulación a la hora de transportarlo.
¿Qué clases de mercancías peligrosas hay?
A la hora de determinar el etiquetado y la manipulación de cada una de las sustancias, es primordial conocer que clases de mercancías peligrosas hay para así realizar un tratamiento y transporte sin riesgo.
La DGT distingue 9 clases generales de mercancías peligrosas y a su vez otras 13 de tipo específico:
- Materias y Objetos Peligrosos: se refiere a sustancias materias explosivas o pirotécnicas.
- Gases: entendiéndose como tal aquellos que cuenten con unos parámetros de 50º con una presión que supere los 3 bar o 20º a presión normal.
- Líquidos Inflamables: líquidos que pueden prender por arder sus vapores o sólidos con un punto de inflamación superior a 60º y que se requiera para su transporte conservar una temperatura equivalente o superior a su punto de inflamación.
- Materias sólidas inflamables, materias autorreactivas y materias explosivas desensibilizadas sólidas: engloban las materias que pueden inflamarse de forma espontánea o que al contacto con el agua originan gases inflamables.
- Materias comburentes o perióxidos orgánicos.
- Materias tóxicas o infecciosas.
- Materias radioactivas: pueden provocar daños en las células.
- Materias corrosivas: dañan la piel o la mucosa.
- Materias y objetos peligrosos diversos: el resto no incluidas en las anteriores categorías.
En el transporte: ¿Qué es el ADR?
El carnet ADR responde al acrónimo “European Agreement concerning the International Carriage of Dangerous Goods by Road” y hace referencia al acuerdo a nivel europeo por el cual, se establece un marco normativo común en cuanto al transporte de estas mercancías entre los territorios europeos.
La normativa ADR que da lugar a la obtención del correspondiente carné regula entre otros aspectos:
- Una lista de cuáles son las mercancías peligrosas transportables por carretera.
- Distinción de embalaje y envases conforme a cada tipología de mercancía peligrosa.
- El etiquetaje y señalización de los vehículos y las mercancías peligrosas.
- La documentación necesaria para acreditar la posibilidad de transportar mercancías peligrosas.
- La formación de quienes llevan a cabo el transporte de las mercancías peligrosas, así como la forma de manipularse en la carga, estiba y descarga.
¿Qué requisitos se necesita cumplir para sacar el carnet ADR?
Los requisitos que se deben cumplir para la obtención del carnet ADR que permite a los transportistas trasladar mercancías peligrosas son los siguientes:
- Contar con el carné de tipo B con un año de antigüedad al menos.
- Haber superado las pruebas de aptitud psicofísica correspondientes.
- No sufrir ninguna incapacidad judicial ni física que impida conducir.
- Tener la residencia en España.
- Formarse en cursos sobre transporte y manipulación de estas mercancías, en un centro especializado.
¿Qué es el embalaje de mercancías peligrosas?
La homologación debe ser la característica principal que guíe el embalaje de mercancías peligrosas. El cumplimiento de los estándares recogidos en una amplia normativa nacional e internacional permite que el transporte se lleve a cabo sin riesgo alguno y con unas condiciones de seguridad óptimas.
Con independencia de su composición en cartón, plástico o metal, el embalaje de las mercancías peligrosas trata de contenerlas sin que de su transporte se deriven problemas en el medio ambiente o para las personas.
En este contexto el embalaje pasará por un riguroso proceso de homologación en el que se realicen evaluaciones y pruebas sobre su resistencia o seguridad. Además, se contemplarán todas las contingencias posibles que puedan derivarse de su transporte ya sean materias primas o productos finales que tengan la condición de mercancías peligrosas.
¿Qué normativa regula el embalaje?
El transporte de mercancías peligrosas no solo se puede llevar a cabo por carretera, sino que, existen otras vías aérea y marítima, que conviene también regular, para evitar problemas para el medio ambiente que pueden tener consecuencias catastróficas.
Así, la normativa que regula el embalaje de mercancías peligrosas, además de contemplar la normativa ADR, desarrollada en líneas anteriores, establece unos condicionantes y unos requisitos para el resto de las vías de transporte.
Consecuentemente, la normativa RID regula el transporte por ferrocarril; la IMDG el código marítimo internacional de transporte de estas mercancías; y la IATA-OACCI el tráfico aéreo mundial. Cada una de estas normativas llevará a cabo una regulación del transporte de las mercancías peligrosas teniendo en cuenta además las particularidades de cada tipo de transporte.